viernes, 22 de septiembre de 2017

FURUKAWA / BURGUILLOS

Burguillos 1990 / Furukawa 2004

La exposición con la que R.O. Proyectos, Madrid / Galería Rafael Ortiz, Sevilla inaugura la temporada, FURUKAWA/BURGUILLOS, reúne a dos artistas de una misma generación, pero muy distantes en formación y contextos.

¿Por qué esta exposición? ¿Qué tienen en común? Rafael Ortiz responde: es una decisión marcada por los sentimientos. Cuando Guido H. Maus (Maus Contemporary, Birminghan, Alabama) nos mostró su trabajo, primero en Marbella y posteriormente en Madrid, nos pareció que sería magnífico que las obras de ambos, silenciosas, misteriosas y hasta enigmáticas ¡se conocieran!

Yoshishige Furukawa (Fukuoka-shi, Japón, 1921- 2008, Sagamihara-shi, Kanagawa-ken, Japón). Se graduó en Bellas Artes en la Universidad de Tokio (1939-1943). En la Segunda Guerra Mundial, sus obras fueron destruidas en ataques aéreos que incendiaron la casa de sus padres, él estaba en Nagasaki recién graduado se alistó en la marina. Más tarde se estableció como artista en Japón, haciendo una pintura ligada a la vanguardia europea, Cézanne, Matisse, Klee, Léger o Rouault.

Yoshishige Furukawa uncovering the windows of his 1972 exhibition at Westbeth Gallery, New York (image courtesy of the artist’s estate and Beta Pictoris Gallery/Maus Contemporary)

En 1963 visitó Nueva York y se quedó. Conoce a Isamu Noguchi y Jasper Jhons,  viviendo en el YMCA, el Chelsea Hotel y el Westbeth Artists Housing. Su investigación en la pintura abstracta americana, dio un cambio radical a su obra, atrás quedó la vanguardia europea.

El resultado de las obras que podríamos llamar pinturas, son el tema Black Rubber Sheet, una exposición individual de sus obras en la Galería Beta, Pictoris / Maus Contemporary.

Utilizando principalmente lienzo, caucho, ojales metálicos, materiales de costura (a menudo grapas) y el bastidor, Furukawa llevó la pintura abstracta adelante, la pintura y el yeso se reducen a manchas planas. Costuras y grapado de láminas de lienzo, junto con hileras de caucho negro, creó formas visuales geométricamente y cromáticamente simplificadas y planos de imagen que se volvieron palpablemente tensos.

Furukawa. 1972

Demasiado formalmente enclaustrado para encajar con el expresionismo abstracto (que él llamo “American Action Painting”), demasiado áspero para el Minimalismo y demasiado agitado para  Post-Minimalismo, las duras “pinturas” de Furukawa mantienen una independencia distinta mientras que también se adaptan en el canon occidental. Durante su vida disfrutó de un éxito institucional más amplio en Japón que en Estados Unidos, realizando exposiciones individuales en varios museos de su país natal, donde se recoge parte de su trabajo.

R.O. Proyectos, muestra su serie “Láminas de caucho negro”, en la que el artista utiliza materiales industriales como caucho, lienzo, láminas de goma y ojales para crear obras con líneas de borde duro y componentes geométricos, pero también frisos suaves de tela y arrugas naturales.

Furukawa. 1972

Estas obras tienen afinidades con el movimiento japonés “Mono-ha” de finales de los 60 y principios de los 70, que fue ampliamente ignorado en Estados Unidos hasta la exposición de Blum & 2012 Requiem for Sun: The Art of Mono-ha. Los artistas de Mono-ha trataron de elevar objetos naturales e industriales (madera, aceite, alambre, papel japonés, cuero, bombillas, piedra, algodón, etc.) como una forma de crear arte (en el sentido tradicional) para permitir el reordenamiento y la interdependencia de los materiales hablan por sí mismos.

De hecho, mientras trabajaba en la serie “Black Rubber Seet” durante sus primeros años en Nueva York. Furukawa fue influenciado tanto por la arenosa atmósfera urbana como por su pasado reciente. Con sus capas de caucho, gesso, metal y aceite, los lienzos a gran escala recuerdan igualmente la naturaleza flexible de la piel humana y los materiales mecanizados de la América industrializada. Incontables y extrañamente antropomórficas, existen en un espacio entre la escultura y la pintura, un área que Furukawa ha explorado hábilmente durante la mayor parte de su vida.

Furukawa. 1976

En 1997, Furukawa dijo: “Cuando estoy caminando, puedo ver una ventana, un camino, un sitio de construcción, gente trabajadora, un árbol, o el cielo, y trato de incorporar los sentimientos de estas cosas físicas visuales en mi trabajo”. En esta declaración podemos ver el compromiso de un artista desde cero, de las cosas a su alrededor, establecerse como artista cuyas primeras obras (y hogar) se redujeron a cenizas. Todas las piezas en la hoja de goma negra –cosido y estirado, forjado juntos de los materiales en la mano- muestran como logró eso, construir, destruir y hacer el trabajo nuevo.

El trabajo de Furukawa fue objeto de dos importantes retrospectivas en el Museo de Arte de la Perfectura de Fukuoka en 1992 y 2015. Su obra forma parte de importantes colecciones  como Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio, Museo de Arte de Osaka, Museo Nacional de Arte Moderno de Kyoto, Museo de Fukuoka, Museo de Arte Moderno de Saitama, o Riverside Art Museum de California entre otros. Ha sido expuesto en múltiples ocasiones en Estados Unidos y Japón a lo largo de su carrera, incluyendo una importante muestra en el Museo Albright-Knox en Buffalo, Nueva York en 1991. Recibió numerosos reconocimientos entre ellos ganador del premio de la Fundación Pollock-Krasner.

Furukawa. 1965

En la exposición se pueden ver obras de 1965 a 2004.

La obra de Yoshishige Furukawa está representada, en los museos americanos, japoneses y sí, falta España, espero que el Museo Reina Sofía se anime a incluirlo en alguna de las colecciones, es un espléndido artista.

Jaime Burguillos (Sevilla, 1930-2003, Sevilla) Se formó primero en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla y, más tarde, en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en la que coincide con Carmen Laffón, Joaquín Meana, Jesús Soto y Luis Gordillo, entre otros.

Burguillos en el balcón de su estudio. Foto Archivo de Galería Rafael Ortiz.

Jaime Burguillos comenzó a trabajar dentro del realismo social a finales de los años cincuenta del siglo pasado para instalarse a principios de los sesenta en una abstracción sutil y muy personal que no abandonará a lo largo de toda su carrera.

En 1963 se traslada a Madrid donde permaneció veinte años, desvinculándose en cierta manera del mundo cultural sevillano. En esta etapa trabajó con la gran Galerista Juana Mordó hasta la muerte de ésta. Ese fue un momento fundamental en su carrera pues paso  a pertenecer a una galería que en esa época aglutinaba a los artistas más relevantes del arte contemporáneo.

Burguillos. 1963

“Cuando entra en contacto con aquel grupo, en el que están Lucio Muñoz, Zóbel, Gerardo Rueda o Saura, va decantándose, ya a finales de los 60, hacia esa especie de mosaico colorista que se le conoce hoy, esa pintura vibrante a base de pequeñas pinceladas, en la que color se convierte en leit motiv de su trabajo, tan poético”, afirma José Antonio Chacón, director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en las páginas de Diario de Sevilla.

Burguillos. 1979

Burguillos, es colorista que experimenta las posibilidades de una misma gama cromática, obteniendo unos cuadros llenos de sobriedad y elegancia. Su obra forma parte de importantes colecciones, como las del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, el Centro Nacional de Arte Reina Sofía, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Banco de España y las fundaciones Juan March y La Caixa.

En la exposición se incluyen obras de 1963 a 1995.

Burguillos / Furukawa
© Mariví Otero 2020
Asistente: Manuel Otero Rodríguez

Fuente: R.O. Proyectos y Galería Rafael Ortiz. FURUKAWA/BURGUILLOS. Prensa R.O. Proyectos. Calle Huertas, 61, bajo izda. 28014 Madrid. 

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