lunes, 25 de julio de 2016

Impresionistas y modernos: Obras maestras de la Phillips Collection

Amadeo Modigliani. Elena Povolozky, 1917.
Óleo sobre lienzo.

Todo aquel que esté al tanto de la pintura moderna conoce la colección Phillips. Mejor dicho, casi todo el que esté al tanto de la pintura. Los comienzos de la modernidad, el posimpresionismo como se solía llamar, los acepta todo el mundo ahora como los fundamentos de nuestra manera de entender las artes plásticas. Constituyen el eje  en torno al cual todavía sigue girando todo lo concerniente a las artes. La persona que asiste a este fenómeno, está acostumbrada a ver  el nombre de esta colección  en casi todas las reproducciones de sus cuadros favoritos.

La Phillips Collection celebra este año su noventa y cinco aniversario. En el marco de esta efeméride y de forma excepcional, la institución norteamericana, con sede en Washington, ha preparado una exposición itinerante internacional a partir de sus fondos. La muestra únicamente podrá verse en tres ciudades. Tras su paso por el Palazzo delle Esposizioni de Roma, la muestra llega a España de la mano de la Obra Social “La Caixa” Tras haber sido expuestos en CaixaForum Barcelona, los fondos llegaron a CaixaForum Madrid donde se pueden ver entre julio y octubre.

Se diferencia de otras instituciones que se establecieron en el periodo de entreguerras del siglo pasado por el interés de su fundador, Duncan Phillips (1886-1966), en las conexiones entre obras de arte del pasado y las del presente. Desde joven, Phillips siempre quiso apoyar a los artistas jóvenes, adquiriendo obras en base a sus méritos y no porque pertenecieran a tendencias  especificas o fueran  reconocidas. Apostó siempre por la idea de la modernidad como un diálogo entre pasado y presente, sin ningún tipo de restricción geográfica, nacional ni histórica. (Conferencia a cargo de la comisaria de la exposición Dr. Susan B. Frank y conservadora de la Phillips Collection).


Impresionistas y modernos. Obras maestras de la Phillips Collection presenta una selección de pinturas del que fue el primer museo de arte moderno de Estados Unidos. Esta destacada institución  abrió sus puertas al público en 1921, concebida por su fundador, Duncan Phillips, como “un museo íntimo combinado con un centro de experimentación” comenta la Dra. Susan Behrends Frank. En la actualidad, la Phillips Collection es reconocida en todo el mundo por su colección de arte de los dos últimos siglos.

Esta excepcional muestra reúne sesenta obras de cuarenta y cuatro artistas europeos y americanos. Distribuida en seis ámbitos temáticos que se articulan cronológicamente, refleja la evolución de la pintura moderna desde el siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX. Se inicia con una selección de obras de los principales artistas que revolucionaron la pintura europea como Ingres, Delacroix, Courbet o Manet,  en estrecho diálogo con los grandes maestros impresionistas como Van Gogh, Cézanne, Degas, Monet y Sisley. 

Edgar Degas (1834–1917), Bailarinas en la barra, ca. 1900. The Phillips Collection, Washington D.C.

Ocupan un lugar central los maestros modernos que han dado forma a la visión artística del siglo XX, incluyendo a Bonnard, Braque, Gris, Kandinsky, Kokoschka, Matisse, Modigliani, Picasso, Soutine y Vuillard.

Pablo Picasso, La habitación azul, 1901. The Phillips Collection, Washington DC. © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid 2016

Junto con los estadounidenses Arthur Dove y Georgia O’Keeffe.

Georgia O'Keeffe. Motivo de hojas, 1926.
Óleo sobre lienzo.

La muestra finaliza con algunos  trabajos seminales del periodo de posguerra a cargo de artistas  americanos y europeos como De Staël, Diebenkom, Gottlieb, Guston y Rothko, que contribuyeron a crear una experiencia totalmente nueva para el visitante de exposición.

Nicolas de Staël. Fuga, 1951 - 1952.
´óleo sobre lienzo.

Ámbitos de la exposición:

1. Clasicismo, romanticismo y realismo

En el arte europeo y estadounidense del siglo XIX se produce un diálogo constante entre los ideales clásicos y la imaginación romántica y el realismo de los hechos observados. El clasicismo se entendía como la búsqueda de lo intemporal e ideal a través de la conciliación entre contrarios para alcanzar el equilibrio y la realidad en la composición. El realismo se convirtió en el antídoto para ambos, puesto que se centraba en los hechos observables como remedio contra la naturaleza idealizada el misterio y el exotismo.

2. Impresionismo y posimpresionismo

A medidos de la década de 1860, el realismo dio paso a los impresionistas franceses, entre ellos a Claude Monet y Alfred Sisley, que insistían en pintar escenas de la vida cotidiana y vistas urbanas o paisajes trabajándolas al aire libre con una paleta luminosa y prismática. En la producción de todos ellos, la naturaleza ya no es el resultado final, sino que se convierte en un punto de partida para generar interpretaciones personales.  

3. París y el cubismo

[…] Hacia 1910,  con la invención del cubismo, llagaba el momento decisivo de romper las ataduras con la realidad visual. Los artífices fueron Picasso y Braque, decididos a abandonar la perspectiva tradicional para crear un modo totalmente distinto de pintar. Los principios de forma fragmentada y puntos de vista variados en los que se basa el arte cubista acabaron influyendo en muchos pintores y escultores llegando también hasta Gran Bretaña y Estados Unidos.

4. Intimismo y arte moderno

A finales del XIX, en Francia se concebía la pintura como algo personal o “intimo”, vinculada a los sentimientos y a la imaginación del artista. Dos de las figuras fundamentales que exploraron este terreno fueron Pierre Bonnard y Edouard Vuillard, que pintaron escenas de su vida privada, en la que incluyen amigos y familiares, con un estilo muy personal. Para los artistas de la era moderna, se convirtió en un instrumento que les permitió explorar nuevos lenguajes estéticos y artísticos, al margen de la función moralizante y simbólica que tradicionalmente había tenido como género. Los objetos que el artista elegía podían tener un valor o una importancia personales. Los maestros modernos de la naturaleza muerta en el siglo XX van desde Georges Braque, con sus composiciones perfectamente equilibradas, hasta Giorgio Morandi y su intima poesía visual, o Ben Nicholson con sus estructuras conceptuales de inspiración cubista. No obstante, es Herni Matisse quien aporta los ejemplos más expresivos. Con obras de atrevido cromatismo que combinan inventiva y vigor en un enfoque a medio camino entre la abstracción y la figuración.

5. Naturaleza y expresionismo

En un nuevo siglo en el que se iban normalizando la electricidad, los rayos X, los automóviles las películas de celuloide y los aviones, todos esos cambios en la concepción del mundo y con respecto al lugar que ocupaba la humanidad en él incitaron a muchos artistas de ambos lados del Atlántico a crear equivalentes visuales de esas nuevas experiencias. El expresionismo del siglo XX intentó con frecuencia poner de relieve un sentido  subyacente de lo personal y lo espiritual que pudiera abarcar lo visionario. De todas formas, aunque esos artistas europeos y estadounidenses consideraban que el arte podía expresar la experiencia personal independiente del tema, la naturaleza siguió una fuente de inspiración constante para todos ellos. Wassily Kandisky y Chaïm Soutine, Georges Rouault, Oskar Kokoschka y la artista Georgia O’Keeffe.

6. Expresionismo abstracto

El expresionismo abstracto suele asociarse a la nueva pintura estadounidense surgida tras la Segunda Guerra Mundial. No obstante, la concepción expresionista de la abstracción no fue una prerrogativa de los artistas norteamericanos, sino también de los europeos y, en especial, de lo que vivían en el París de la posguerra, entre 1945 y 1951. Entre los miembros de la segunda Escuela de París, se encontraban numerosos extranjeros, como Nicolas de Staël, de origen ruso, y la pintora protuguesa Maria Helena Vieira da Silva, que experimentaron  con pequeñas manchas de color sobre lienzos de tamaño caballete para elaborar su particular visión pictórica. La Phillips Collection dio a conocer el trabajo de estos artistas en Estados Unidos.

Al otro lado del Atlántico, una generación de artistas había alcanzado la madurez creativa en la década de 1940 y 1950 convirtió a Estados Unidos en una potencia internacional, y con ello a la ciudad de Nueva York en la capital mundial del arte, en sustitución de París como centro de la actividad artística de vanguardia. Afectados por la conmoción política de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias, aquellos jóvenes estadounidenses consideraron que el artista contemporáneo  se enfrentaba a lo que describieron repetidamente “una crisis del tema”. Para muchos de ellos como Adolph Gottloeb, Philip Guston, Willem de Kooning, Robert Motherwell, Jackson Pollock y Mark Rothko.


Un recorrido delicioso, para disfrutar de una espléndida  selección de obras, de la gran  Phillips Collection de Washington.
      
© Mariví Otero 2016
Asistente: Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Impresionistas y modernos. Obras maestras de la Phillips Collection. Del 14 julio al 23 de octubre 2016. Área de comunicación de la Obra Social “La Caixa”. Juan Antonio García Fermosel. CaixaForum Madrid.

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